Una instalación fotovoltaica es una inversión muy rentable, pero es más que una inversión rentable financieramente hablando, además también es rentable ecológicamente, es decir, que con la producción de electricidad a través de placas fotovoltaicas no sólo beneficiamos a la sociedad aumentando las disponibilidades energéticas, sino que además con esta "producción ecológica", se evita la emisión a la atmósfera de gases nocivos como CO2, SO2 y SOX.
La producción de energía verde es la base para un desarrollo sostenible.